11 MANERAS DE CORREGIR LOS BERRINCHES DE TU HIJO






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“Son terribles, desagradables pero, es la realidad de la infancia”, dice Ray Levy, psicólogo clínico, sobre los berrinches que generalmente protagonizan los niños.
El especialista afirma que los pequeños entre 1 a 4 años todavía no han desarrollado habilidades para afrontar las situaciones y más bien creen que perderán su lugar. Es decir, esa rabieta es el resultado de que no consiguieron lo que quieren.
“Los niños entre 1 a 2 años tratan de comunicar una necesidad por medio de un berrinche. Se expresan así para pedir más leche,  su juguete favorito o un cambio de pañal. Ellos se sienten frustrados cuando no responden a lo que comunican, por eso lanzan un ataque”, explica Levy. En tanto -comenta que los niños de más edad- ven en esa reacción como lucha de poder.
Pero entonces, ¿cómo detener esos berrinches? En los siguientes 11 casos te decimos cómo.
1. Ignore a tu hijo
“Es fascinante ver como esta reacción funciona. Durante una rabieta las emociones se apoderan de tu hijo, por lo tanto, anulan la corteza frontal del cerebro, área que toma las decisiones y juicios”, indica el pediatra Jay Hoecker.
Y agrega que: “Una vez que enfrentas una situación  similar, no hay nada que hacer. Deje que se calme y luego podrán hablar”.
2. Dé espacio 
“A veces los niños tienen que desahogarse con su enojo. Déjelo”, aconseja Linda Pearson, enfermera y autora de La Disciplina Milagro.
Pearson si recomienda que se asegure que no exista un objeto cerca con el que se haga daño.
“Con esta técnica los niños aprenden de manera no destructiva. Acá son capaces de obtener sus sentimientos, recobrar ánimo y el control de sí mismos, sin necesidad de una batalla de gritos por parte de sus padres”, indica.
3. Crear diversión
“Mi bolso está lleno de todo tipo de distracciones, como los juguetes”, dice Alisa Fitzgerald, una madre de dos niños  y vecina de Boxford, Massachusetts.
Alisa descubrió que cuando su hijo está a punto de hacer una de sus “escenitas” en el supermercado, cambiar la marcha, da resultado. Ella lo distrae de inmediato:  “Hey necesitamos un poco de helado. ¿Quieres ayudarme a escoger un sabor?”
“Los niños tienen muy poca capacidad de atención, es decir son generalmente fáciles de desviar  y siempre ayuda si suenas muy, muy emocionada cuando lo haces “, afirma Alisa.
La próxima vez que sienta la necesidad de pegarle, toma aire y considera lo que quieres que tu hijo aprenda.
5. Averigua qué lo frustra
Este truco es para pataletas entre los menores de 2 años y medio,  aconseja el Dr. Hoecker.
“Los niños de esta edad suelen tener un vocabulario de sólo 50 palabras y no pueden enlazar más de dos. Su comunicación es limitada, sin embargo, necesitan que sus sentimientos se  cumplan. Cuando no logran hacer llegar el mensaje, se asustan y liberan su frustración”, dice el doctor.
Una solución es el lenguaje de señas. Enseñele a hacer pocas palabras clave – como más leche o a expresar si está cansado.
6. Abrazos
Sin duda, es la última cosa que quieres hacer cuando tu hijo hace alguna rabieta.
Levy asegura: “Dale un abrazo grande, firme. Los  abrazos hacen a los niños sentirse seguros y les hace saber que te preocupas  por ellos, incluso si usted no está de acuerdo con su comportamiento”.
7. Ofrézcale  comida
“El cansancio y el hambre son dos desencadenantes de una rabieta”, dice Levy.
“Los padres a menudo me preguntan  ¿por qué su hijo hace berrinches todos los días? Resulta que suceden en la misma hora  (antes del almuerzo, siesta o por la tarde).  No es coincidencia, mi consejo: darles de comer, dejarlos dormir o ver televisión”.
8. Los incentivos
Trata de reconocer cuando le pide mucho a su hijo. Dale un incentivo.
Pearson es claro en afirmar que este tipo de soborno está perfectamente bien aplicado, siempre y cuando se hagas con anticipación y no en medio de una rabieta.
9. Hablar en calma
Los expertos insisten en que debes mantener la calma durante la rabieta de un niño, de  lo contrario, todos  (madre, padre y niño) entrarán  en una lucha de poder. Además, parte de la razón del por qué los niños recurren a las rabietas es para llamar la atención”, dice el Dr. Hoecker.
Levy está de acuerdo, y agrega: “Hablar con una voz suave muestra a tu hijo que no vas a dejar que su comportamiento te afecte. También te ayuda a mantenerte relajada.  De hecho, el tono tranquilo es tanto para el padre como el hijo,  si tú estás tensa, tu hijo lo estará…”
 10. Te preocupan los demás
Te preocupa ¿qué pensarán de ti otros padres?
Los niños son muy inteligentes. Si te enojas o estresas, cederás muy rápido. “Su mejor apuesta es aguantar”, afirma Levy.
11. Salir del ambiente
“Si tu hijo comienza a revolcarse porque quiere un  juguete o algún dulce, vete de ahí. Llévalo a un área diferente hasta que se calme. Cambiar el lugar realmente puede cambiar el comportamiento.”,  finalizó Levy.


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